¿Quieres reír carcajadas y
luego paralizarte por el
suspenso? Entonces tienes que leer La tragedia de Jonás de Gamaliel Sánchez
Salinas. ¿Por qué? Porque cada cuento, de los siete que integran el libro, goza
de una particularidad que los hacen únicos. Escrito con la sencillez y fluidez
que caracterizan los escritos de Gamaliel Sánchez, La tragedia de Jonás está salpicando de erotismo como cómplice que
precede a la entrega de la carne. Además, el autor ofrece un recorrido al mundo
del fisicoculturismo conjugado con la literatura. En La historia de Muscleman, Gamaliel nos ofrece un exquisito relato
que ofrece al lector de manera detallada las peripecias de quien, llevado por
el deseo de lucir pectorales y abdomen a la Superman,
recurre a inscribirse a un gimnasio para tonificar los músculos. Después de cuatro
días de entrenamiento, cuando el cuerpo es un amasijo de músculos y huesos
doloridos, qué primará, ¿el músculo o la imaginación? Seguro que cuando el
lector lea esté relato no dejará de reír.
Por otro lado, Gamaliel usa
las redes sociales como tema de reflexión desde los cuentos. ¿No es acaso que
la internet ha modificado la vida de las personas hasta el grado de modificar
el concepto de amistad y amor? Hoy en día se conquista a partir de la
fotografía que se coloca en las redes sociales, pareciera sugerir Gamaliel en
los cuentos Suum cuique y Las ovejas de Ahriman. En ambos, el
encuentro de parejas es por Facebook. En el primero hay un final bonito. Una
relación cibernética que termina en una relación amorosa en cuerpo presente. En
el segundo no. Hay un final que indica muerte. Lo anterior hace pensar en
quiénes son los que manipulan esas invitaciones que de pronto aparecen en las
cuentas de los usuarios del Facebook. ¿No será un asesino en busca de victima?
Gamaliel nos ofrece una respuesta a esta interrogante en Las ovejas de Ahriman.
Además de lo ya planteado,
existen otros temas que aborda el escritor chiapaneco quien radica en
Villahermosa: la literatura, el box y lo sobrenatural conjugado con un estilo
detectivesco. Los temas están desarrollados en “Esa niña debe ganar”, Mis
chanclas, ¿dónde están mis chanclas?, y La
tragedia de Jonás. Seguro que el lector sentirá los ganchos al hígado, o
los rectos directos a la mandíbula en Mis
chanclas, ¿dónde están mis chanclas? O sentirá una especie de escalofrío
cuando se halle frente a una bestia sobrenatural en La tragedia de Jonás que da titulo al libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola. Aquí puedes dejar tus comentarios.