El cuervo negro y el cisne blanco, adaptación de Toobpong, ilustración de Nutthaphol Chaiwat, escrito por
Martha Ghiglioni, y editado por Libros del Rincón,
en la serie Al sol solito, es una lectura que los profesores pueden ofrecer en
este inicio de ciclo escolar y que, seguro, los niños disfrutarán. Los párrafos
están compuestos por rimas que los pequeños podrían aprender sin esfuerzo. Sin
embargo, la lectura no debe quedar en el aprendizaje de las mismas, sino
avanzar a la reflexión del texto mismo. La historia plantea el tema de las
diferencias físicas. ¿Porqué se antoja importante analizar este tema desde los
primeros años de escuela? Precisamente porque el mundo que habitamos obvia las
características particulares de los individuos que componen una sociedad. Y si
esos niños son parte de este presente enmarcado por el cinismo de la
corrupción, la voracidad de la violencia y la desesperanza social, ¿porqué no
enseñarles a los pequeños a ver la vida con otros ojos? Nadie es mejor o peor que
otro por el hecho de ser diferente.
En la historia, el cuervo
desea ser blanco como el cisne. No acepta su color porque le produce
insatisfacción. No en vano canta con tristeza:
“soy negro como la noche
oscuro como el carbón…
¿Por qué tengo plumas negras?
¡Si blancas las quiero yo!
¿Por qué soy un cuervo negro?
¡Si me gusta otro color…!”
El cuervo intentará, por todos
los medios, cambiarse el color. Sin embargo, cada vez que lo intente, los
resultados serán desastrosos. ¿De dónde nace esa insatisfacción por su color? Y
es justo aquí donde el análisis aumenta en complejidad. ¿Los pequeños tienen alguna
insatisfacción cuando todo su mundo está determinado por la imaginación, la
inocencia y la magia? ¡No! La insatisfacción, supongo, aparece cuando se deja
de ser niño. Es posible que cuando el pequeño se vuelve adulto y sus necesidades
cambian, las insatisfacciones aparecen. ¿No surgirán cuando el hombre empieza a
ser definido en relación a sus posesiones materiales? Quizá esta y otras
reflexiones pueden ser generadas por nuestros pequeños. Sin embargo, volviendo
al asunto de las diferencias físicas, la insatisfacción por el cuerpo, el
color, la forma, entre otras, es un asunto que el ser humano padece en ocasiones.
De ahí la importancia que los pequeños aborden, desde la lectura, el tema de la
diversidad para se conozcan y amen tal como son.
Que los niños sepan valorar a
las personas por sus emociones, sentimientos, físico, cualidades,
inteligencias, tristezas, alegrías, entre otras cosas, debe ser un objetivo de
las escuelas. Ello haría que los niños aprendan amar la vida en sus múltiples
formas de expresión. No a propósito el cisne le dice al cuervo al finalizar la
historia:
“¡No es importante el color!
¡Nadie vale más o menos
por su aspecto exterior!
Valioso es brindar amor,
Ser amable, respetuoso…
¡y tener buen corazón!”.
me gusto la explicacion
ResponderEliminarHermosa historia!!!
ResponderEliminarHola podria compartirme en imágenes o pdf el libro completo, por favor
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