“Una visión irracional de la ciencia y el progreso se encarga de
legitimar los crímenes, y pareciera ser que la única herencia del género humano
es la locura”
Luis Sepúlveda
Dicen que a un lector le
llevaría meses comprender un libro, pues en el transcurso de su lectura
encontraría una infinidad de temas que son necesarios investigar para enriquecer
la comprensión. Enmarcados en esta lógica, una novela, para entender el
contexto de la historia, podría llevarnos a explorar las matemáticas, las
ciencias, la geografía, los valores humanos, la biología, la literatura, entre
otras disciplinas. Por citar un ejemplo, voy a referirme a una novela que en su
lectura invita a tomar la mochila, cámara fotográfica, cuaderno y lápiz, y
partir al sur de américa para corroborar lo que describe.
En Mundo del fin del mundo de Luis Sepúlveda se cuenta la matanza de
ballenas por los japoneses y la posibilidad de hallarse con otros temas. Desde
un principio el lector se topará con el lenguaje chileno en relación con los
barcos, al mar, los puertos, lo cual invita a consultar el diccionario para
descubrir los significados de las muchas palabras que allí se mencionan. Más
adelante podremos explorar el maravilloso mundo de los piratas como una
extensión de la novela. Podríamos abordar la lectura de Mundo del fin del mundo desde la geografía y las matemáticas como
disciplinas que permiten el calculo de las diferencias de horarios entre
Santiago de Chile y Hamburgo, además de las distancias entre ellas y el
continente en que se ubican, pues nuestro personaje, periodista y miembro del
Greenpeace, que buscará mostrar al mundo la matanza de los cetáceos, vive en
Hamburgo. Otro tema de estudio que la novela genera es la aeronáutica y la operación
de los aviones, lo cual, para comprender mejor, nos remitiría como parte de la
investigación, quizá, a Ícaro y Dédalos, además de Dan Vinci. Ya no se diga de
la biología al investigar la reproducción de las ballenas y sus formas de vida.
En las novelas hay música y
cine. En Mundo del fin del mundo aparecen
los pianistas Paloma O’shea y Claudio Arrau quienes no disminuirían sus dotes
artísticas si interpretaran a Mozart o Scarlatti en pianos cuyo teclados no
sean de marfil. Un lector inquieto iría a investigar quienes son estos
personajes y en qué género destacan, lo cual acrecentaría sus conocimientos en música,
además de entender porqué el autor los menciona en relación con la matanza de
elefantes. Por el lado del cine, podremos hallar Piratas, de Román Polanki y estrenada en 1986.
Si el lector, en el
transcurso de su lectura, se cuestiona qué relación hay entre la matanza de
ballenas y los temas propuestos, que no son los únicos en la novela, seguro entenderá
el alcance intelectual del autor, además de que acrecentará sus conocimientos. Para
hacer más atractiva la idea, podríamos volvernos detectives y seguir los
movimientos de nuestro personaje gracias a la magia de la internet. Es cuestión
de ingresar a google maps para ver ciudades y puertos por donde el personaje se
mueve.
Volviendo al tema principal
de Mundo del fin del mundo que invita
a la reflexión sobre el exterminio del planeta y de la vida, también nos
llevará a pensar sobre: ¿Qué es lo que mueve al ser humano para volverse
asesino de la vida? ¿Qué pasará cuando en el planeta ya no existan árboles,
aguas limpias, delfines, ballenas, selvas, bosques, aire limpio? ¿Qué será de
la vida en los próximos años? Mientras uno está en la comodidad del hogar, ¿qué
pasa al otro lado del mundo? ¿Qué está sucediendo con los glaciares? ¿Las
grandes creaciones tecnológicas que el hombre ha inventado, sólo sirven para
aniquilar la vida?
Mundo del fin del mundo de
Luis Sepúlveda, editada por TusQuets Editores, nos permite reflexionar sobre
los temas anteriores, además de comprobar que la lectura es una posibilidad
para acrecentar el conocimiento intelectual, pues más allá de seguir la
historia de manera lineal, el lector está atento a cada frase, palabra, imagen,
y referencia que el autor menciona para investigar. Por citar otro ejemplo, el
personaje de la novela, adolescente aún, se aventura a la vida de los mares
movido por Moby Dick de Herman
Melville, el cual nos invita a conocerlo, cumpliendo la idea de que un libro
lleva a otro, y ese otro a otros más.
Hola es buen blog, te dejé una pregunta en tu entrada de pieza única de milorad, espero puedas atenderla Saludos, y te recomiendo agregues algo del autor japonés Haruki Murakami
ResponderEliminarHola. Gracias por tu atención al blog. Agradezco tus comentarios. Revisaré tu comentario y la comento de inmediato. Es posible subir algo de Haruki Murakami. Abrazos fuertes.
Eliminar