domingo, 23 de agosto de 2015

No tendrás rostro de David Miklos

No tendrás rostro de David Miklos (San Antonio Texas, 1970), editado por TUSQUETS editores, en colección andanzas, es una novela que narra el retorno al pasado, porque allí se encuentra la posibilidad de encontrarse con los recuerdos que pueden brindar nuevos sentidos a la existencia de Fino, personaje central de esta odisea. La novela, además, describe un mundo consumido por la violencia que hace pensar en el mundo actual. Las preguntas que surgen al ir leyendo son, cuando la violencia se apodere de todo ¿cómo será la vida?, ¿dónde habitarán los pocos hombres que intenten conservar su condición de hombres?, ¿o es acaso que la condición del hombre es ser violento? La violencia corrompe al ser humano, además de destruir el aire, el agua y la tierra. No en vano La última dice que “La violencia es más depredadora cuando nadie la ve, cuando todos la sentimos”.

Fino, la Rusa y Blumenthal viven en El palomar, unas cabañas a orillas del mar. Allí producen sus propios alimentos. Para conseguir otros productos se establece el trueque con habitantes de otros lugares. Puede pensarse que tras la violencia que acaba con todo indicio de vida, el hombre vuelve a un estado primitivo. Es allí donde se descubre animal que, de nuevo, va conociendo un mundo en base a sus instintos. La racionalidad ha quedado fuera de este mundo que subyace al mundo destruido por la violencia y la avaricia.

Y es en el Palomar cuando Fino, antes de casarse con la Rusa, tiene deseos de volver a la ciudad para hallarse con su pasado. En esa travesía, el personaje irá descubriendo otros personajes que se refugiaron en túneles y estaciones de trenes abandonados, desde donde intentarán establecer otras formas de organizaciones en base a nuevos mandamientos: No hablarás, No tendrás rostro, No celarás la comida, No tocarás a tu prójimo, No mostrarás la piel desnuda, No liberarás tu semilla, No desecharás tu sangre, No existirás más bajo el puente. Criterios que permitirán que la vida florezca entre la inmundicia del desperdicio y el vacío.

Cuando el personaje llega a la ciudad descubre un lugar silencioso y derruido; las casas abandonadas son muestra que la violencia destruyó todo. Fino va en busca de su antigua vivienda porque allí, en el patio de la misma, años atrás enterró el ombligo de su hijo, mismo que fue devorado por la violencia. Quizá ese pedazo de carne seca es la imagen más desoladora de la historia, pues expresa el deseo de asirse al pasado con la finalidad de hallar un sentido a la existencia enmarcada por el sinsentido de la destrucción. ¿Qué es un hombre sin pasado?, pareciera plantearnos Miklos al final de la historia, justo cuando Fino toma el ombligo.

No tendrás rostro es una novela escrita con la maestría del buen narrador, pues cada párrafo es una imagen que ofrece nuevas formas de interpretar la realidad. Es posible que durante la lectura, el lector no halle diferencia entre ficción y realidad. Quizá existan momentos en que no sepa si lee o es un personaje de la misma. En ambos casos, el lector tendrá experiencias únicas.


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