La caja voladora en Nuevo Venecia, La Trinitaria, Chis.
Alumnos exponen sus dibujos.
Alumnos y docentes de la ETV 1053, José María Morelos y Pavón.
Dibujos.
Historia uno.
Historia dos.
Historia tres.
Historia cuatro.
Historia cinco.
Supervisora y docentes de la ETV 1053.
Presentación de la caja voladora.
Alumnos revisan los libros.
Supervisora y el paraguas literario.
Obsequio de lecturas.
Obsequio de lecturas dos.
Historia uno.
Nueva Venecia.
Experiencia 4.
26 de Octubre de 2011. Ornán Gómez.
Empezaba a llover
cuando llegamos a Venecia. Las calles, de terracerías todas, tenían hoyos y
baches. Gallinas y perros se paseaban de un lado a otro. En la escuela, de
tablas y láminas de cinc, nos esperaban docentes y alumnos. A un costado de los
salones las ramas de un árbol se extendía produciendo una sombra deliciosa. Esta
vez, con la Caja Voladora, me acompañó la supervisora, mujer bajita, ojos
verdes y entusiasta. La idea era involucrar a más personas en mis lecturas. Por
eso cuando le planteé la idea a la profesora Hisolda, supervisora escolar,
aceptó con agrado.
Nos reunimos con los
docentes a la sombra del árbol. Allí expliqué la mecánica de la actividad:
lectura en voz alta, presentación de la caja voladora, lectura compartida entre
los docentes, paragua literario, lectura de un texto por parte de la
supervisora y, además, la creación de una historia por parte de los alumnos con
dibujos.
Iniciamos. Leí. Ellos
rieron. Después la caja voladora. Un libro, otro, otro, otro. Ellos eligieron
uno. Lo revisaron. Después compartieron el motivo que tuvieron para tomar dicho
libro. Destacaron: color, tamaño, imágenes, grosor, titulo, tamaño de letras,
entre otros. Después expliqué la forma en qué haríamos un paraguas literario.
Los jóvenes buscaron una frase, la escribieron en las tarjetitas, y adornaron
el paraguas. Después leyeron. Más adelante pintaron una historia. La mayoría de
los jóvenes se tendió sobre el piso. Otros parados. Algunos sentados. Todos
alegres, divertidos. Según observé los jóvenes de Venecia son participativos y
activos. Después, antes de terminar, los docentes y supervisora compartieron
las lecturas. Al último fueron los jóvenes quienes contaron una historia.
Supeeer! Asi de pequeños empiezan a amra los libros. la verdad es que la Literatura tambien se enseña !
ResponderEliminarsandra leite