domingo, 11 de diciembre de 2011

Dicho popular

En Guachimontes, Guadalajara.


Desperté insoportable. Ella me saludó sonriente y yo la mandé al carajo. ¿Qué se cree?, pensé. Por culpa de los malditos zancudos y el insomnio pasé la noche en vela. Sin embargo ella, sólo acostarse, durmió como un perezoso. Aun cuando le acaricié el vientre, besé sus pechos blancos y recorrí con mis manos sus piernas largas no despertó.  

Hoy, al saludarme, le contesté que el sábado, sin falta, me iba de putas. Que por culpa suya tenía que masturbarme a diario. Y eso era una injusticia. Pero ella, impasible, quitada de la pena, mirándome a los ojos, respondió: ¡Tienes que venir temprano! Aquí se coge a las diez, estés o no. Y partió de casa como si nada.

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